Una vez os contaba que yo también lloro, que soy muy optimista, pero que a veces, como todos necesito desahogarme, vaciarme y empezar otra vez con fuerzas renovadas.
El problema son los días o épocas, que la vida se pone tan cuesta arriba, que por mucho que uno quiera coger fuerzas, no es posible, que va con la lengua fuera y el aire que entra es insuficiente para el esfuerzo requerido.

Estoy en una de esas épocas. Feliz de poder trabajar a ritmo casi normal cada día, pero a la vez derrotado. Me sostiene la alegría, la fuerza del deber cumplido, la energía de la pasión compensada, el combustible del cariño de los míos, de pacientes y alumnos, que hacen que pueda seguir cada semana. Pero he de reconocer, como era de esperar, que después de un año tan atípico en lo laboral, entre la pérdida de Taurino, el covid y mi problema en la pierna, mi cuerpo va perdiendo fuerza y lo que antes era una colina, ahora es un puerto de primera, categoría especial.
Como punto positivo, me hace más consciente de mis limitaciones y aumenta mi sensación de gratitud por poder llevar una vida lo más normal posible. Ayuda a valorar los momentos más pequeños. Como punto negativo, que esa propia limitación, físicamente es una losa que va pesando según pasan los días de la semana. Tanto peso, que a veces dificulta, no ya sólo disfrutar, sino ponerse en marcha.
La vida, la de todos, no deja de ser un contrapeso de opciones. Si hago una cosa renuncio a otras. Pues ese renunciar a parte de un descanso que podría venirme bien, psicológicamente sería mortal. Quedarme en casa, día tras día, es dar una oportunidad a la cabeza a pensar, a entrar en círculos que no son buenos, de los que es fácil entrar, pero complicado salir. Por eso, a pesar del gran esfuerzo que supone, intento siempre hacer la vida más normal y tener la cabeza lo más ocupada posible. Aunque a veces salga algo de humo.
En el término medio está la virtud, tan deseada y tan difícil de alcanzar. En lo que la semana uno te quedas corto, la dos te pasas y así sucesivamente. Lo buena de la experiencia, es que nos vamos conociendo a nosotros mismos y lo bueno de los años, es que cada vez tenemos menos necesidad de demostrar y más de disfrutar. O al menos eso me pasa a mí. Como dice mi amigo Josito, se te quiere como eres, no necesitamos demostrar nada a los que nos quieren. Ya no necesito como hace muchos años, y alguna vez me ha recordado otro buen amigo, Willy, demostrar que llego a todo y que hago cualquier cosa como los demás, a costa de un esfuerzo superlativo.
En definitiva, disfrutar con lo que somos y en buscar nuestro mejor yo, en lugar de vivir apegados a lo que nos gustaría ser, a lo que no tenemos o a lo que pudimos ser. Esto último nos amargaría y limitaría la capacidad de disfrutar y lo primero nos llevaría hacia nuestra máxima realización.
Se me vienen a la cabeza muchas formas de definirlo, pero una de ellas, es sin duda de mi cantante favorito, compartido con mi gran amigo Nacho, Julio Iglesias, en «Agua dulce, agua salada».
«Con el pasar de los años
Hay que dar bien los pasos
Tomar el mejor camino
Aunque se te haga el más largo
Con el pasar de los años
De las penas se aprende
El corazón se hace duro
Y el sentimiento más fuerte»
Pablo querido que esta semana empezamos con buenas noticias!!!! Ya te lo he dicho por privado y es muy guay. Por otra parte quería pedirte algo. Y me explico. Entiendo que te vengas abajo, tienes todo el derecho del mundo, seguro que hasta es bueno y creo que comprendo también el esfuerzo que haces por sacar todas las mañanas las fuerzas para tirar el resto del día y pensar cuanto menos mejor. Entiendeme si te digo que «todos tenemos nuestra paterita». Nadie debe compararse con otros, ya lo sé, lo sabes y lo sabemos la gran mayoría. Pero una sonrisa nos hace diferentes por lo que transmite, por lo que nos hace sentir y porque nos hace valer el doble, más si estamos montados en nuestra «paterita particular». Por eso por favor sigue sonriendo, te lo pido como favor personal porque lo necesito yo y lo necesitamos todos. Siento ser egoísta pero nos haces mucho bien! Besazo enorme!
Me gustaMe gusta
Querida amiga, no me vengo abajo, pero la carretera no siempre va recta. A veces es bueno ser consciente de que uno está bajo y verlo y actuar (ya sea llorar, decirlo, gritar, etc), es el primer paso para recuperar y resurgir, para retomar la sonrisa de oreja a oreja. Pero si, un día sin sonrisa, es un día perdido. Muchas gracias por tanto cariño. Un besazo enorme
Me gustaMe gusta
Muchas gracias Fini. Pronto ponemos solución y nos conocemos en cuanto nos dejen.
Da igual cómo venga la vida si la afrontamos con Fe y esperanza y con una alegría. La cruz aceptada y abrazada, pesa menos que arrastrada.
Un fuerte abrazo
Me gustaMe gusta
Pablete! No te permitas estar abatido. No conozco a nadie que se haya caído más veces que tú, y qué más veces se haya vuelto a levantar. Y eso, amigo mío, es el ejemplo que a tantos nos has dado con el pasar de los años. Estás librando una batalla difícil, pero estás ganando la guerra de la vida, y eso es lo más importante. Y una vida plena, con sentido y gente a tu alrededor que te quiere. Te mando un abrazo fuerte.
Me gustaMe gusta
Querido Alberto, efectivamente, siempre hay que levantarse y seguir hacia delante. Pero también hay que ser consciente de cuando estamos bajos y a veces es bueno lamerse las heridas para que curen bien. No dejarse caer, pero si ser consciente de los días malos. Sino luego puede acabar en una depresión o algo. Las buenas amistades como la tuya, son un aliciente que em ayuda a seguir fuerte,
Un abrazo grande
Me gustaMe gusta
Querido Pablo te habla una abuela muy abuela, 82 años. Te tengo en mi oración de cada día.
Leeros a ti, a tus amigos, me reconcilia con la vida. Encendéis para mi una Luz en este momento de tinieblas. Escuchándoos sonrío feliz , está viva la Vida. Gracias y que el Señor os bendiga.
Me gustaMe gusta
Muchísimas gracias «abuela». Me alegro de poder ayudarte a vivir y ver esa ilusión, hay que mantenerla hasta el ultimo aliento. Que Dios te bendiga y gracias por la luz que tú también nos das. Un abrazo
Me gustaMe gusta
Querido Pablo, me ha encantado leerte!!!!
Eres una persona alegre y vital, siempre con la sonrisa pese a todas las dificultades! Veo que vives con optimismo, pero siempre pegado a la realidad, todos vivimos momentos duros y hay veces que tenemos que caernos y llorar y gritar….. pero también se que eres un campeón de carrera de fondo, siempre te levantas y eso es lo importante y lo que te hace grande!
Gracias por tu testimonio y tu alegría, desde ya rezando para que todo vaya lo mejor posible y dando gracias a Dios por tu vida!!!!
Un abrazo enorme!!!
Me gustaMe gusta
Muchísimas gracias Suyapa. Por tu cariño y tu generosidad y sobre todo por tu oración. El mejor regalo que podemos dar a alguien.
La vida pone pruebas, que aceptadas y en Sus manos, se llevan mejor aunque duelan.
Un fuerte abrazo
Me gustaMe gusta
Querido Pablo:No te conozco personalmente, pero si a través de mi hijo Nacho.Te admiro!
La fe y la esperanza, dos virtudes q no deben perderse nunca y me consta que tú las tienes
Sigue luchando y q tu sonrisa no se borre jamás
Un fuerte abrazo
Me gustaMe gusta
Muchas gracias Fini. Pronto ponemos solución y nos conocemos en cuanto nos dejen.
Da igual cómo venga la vida si la afrontamos con Fe y esperanza y con una alegría. La cruz aceptada y abrazada, pesa menos que arrastrada.
Un fuerte abrazo
Me gustaMe gusta