El jueves pasado no funcionó la máquina de diálisis. Lo intenté el viernes y al fallar de nuevo y llegar dos dos días sin diálisis fui a urgencias y me hicieron diálisis el sábado y me dijeron que la siguiente el martes, hoy, con la nueva máquina.
Como os decía el otro día es la 5 ª máquina que se estropea en este año, 7,6 semanas de media hasta que dejan de funcionar. Inaceptable. Después de estos días con la máquina rota vuelvo a diálisis, En condiciones normales hubiera hecho estos días 15 horas de diálisis en una semana. Gracias a los protocolos voy a hacer 5,5 horas. Con los riesgos que conlleva.
Es un tercio de lo que necesitaba. Eso hace que se me acumule toxinas en la sangre lo que puede llevar a un estado conocido como uremia, causando fatiga extrema, confusión, y disminución de la capacidad cognitiva. Acumulación de líquido y tenga fatiga, pesadez, cansancio, hinchazón de piernas y manos. Desequilibrios de electrolitos como potasio y el sodio. Los niveles elevados de potasio, en particular, pueden llevar a arritmias cardíacas potencialmente mortales. la presión arterial puede aumentar debido al exceso de líquidos y al mal control de electrolitos.
Me ha encantado que varios médicos me han escrito diciendo que les había hecho pensar mi post sobre los protocolos, lo cual me alegra porque es la forma de mejorar los fallos. Tengo claro que el médico residente que siguió al pie de la letra el protocolo lo hizo con la mejor intención del mundo y aplicando lo que le han enseñado. Si sirve para que sólo un médico se plantee que no siempre hay que ser estrictos con los protocolos, este esfuerzo merecerá la pena.
Todo esto no se recupera en un par de diálisis. Toca tener paciencia y recuperarme rápido. Mientras tengo otra oportunidad de poder ofrecerlo por quien más lo necesita. Y dar gracias a Dios por seguir vivo y por ese médico que con tan buena intención decidió son duda alguna en conciencia suya lo lo mejor para mi, aunque hubiera opciones mejores. Como decía no tengo duda alguna de que hizo lo que para él era la mejor solución.
Para eso están los años de formación, para ir aprendiendo y rompiendo a veces esquemas firmes para ganar flexibilidad mental y razonamiento clínico y olfato diagnóstico. Yo intento enseñar a mis alumnos eso. Ojalá se haga en más facultades.
