España, 2024
Hubo 428.206 embarazos.
De ellos, 106.172 terminaron en aborto.
Casi 1 de cada 4 vidas que comenzaron nunca llegaron a nacer.
¿Por qué se aborta en España?
Según el Ministerio de Sanidad:
94,62 %: a petición de la mujer.
2,65 %: grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada.
2,44 %: riesgo de graves anomalías en el feto.
0,27 %: anomalías incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable.
0,00 %: varios motivos.
Más allá de los datos. Cuando una vida no llega a nacer, no solo se pierde un futuro posible. En muchas mujeres permanecen heridas invisibles: vacío, tristeza, ansiedad o culpa.
La OMS, la APA y el Royal College of Psychiatrists reconocen que un subgrupo de mujeres puede experimentar consecuencias emocionales y psicológicas significativas, que necesitan acompañamiento real.
El desbalance de recursos:
En España, la infraestructura y la financiación no son neutrales:
En 2024, el 78,75 % de los abortos se realizaron en centros privados.
En 2023, las CCAA gastaron 27 millones de € en derivaciones a clínicas privadas.
Entre 2020 y 2024, unas 50 entidades provida recibieron 7,8 millones de € en total.
Webs oficiales como QuieroAbortar.org ofrecen toda la información de forma centralizada, mientras que la mayoría de iniciativas provida dependen de pequeñas donaciones y voluntariado.
El resultado es evidente: hay mapas, teléfonos y campañas para abortar, pero apenas hay estructura para acompañar a quien quiere seguir adelante con la vida.
Reflexión:
La filosofía recuerda que el ser humano nunca es un medio, siempre es un fin.
La antropología enseña que toda vida es alguien irrepetible.
La fe proclama que nadie sobra y que cada vida, incluso en la fragilidad, es un don.
Preguntas que nos interpelan:
¿Qué futuro queremos construir cuando 1 de cada 4 vidas se interrumpe antes de nacer?
¿Qué significa que se invierta más en abortar que en acompañar la maternidad vulnerable?
¿Qué nos dice de nosotros mismos que una vida dependa más de los recursos económicos que de nuestra capacidad de acogerla?
¿Qué huella dejará en el tiempo una sociedad que normaliza la pérdida de tantos futuros posibles?
No es un debate de cifras ni de ideologías.
Es una pregunta sobre el valor de la vida humana. Lo que decidamos hoy será la herencia de mañana.