A mis padres. Un trasplantado.

«[…] Uno, cuando dejaron de ser superhéroes. Con los avatares de la vida e ir madurando yo, te vas dando cuenta, proceso no fácil, de que los padres fallan, se equivocan, son humanos. Pero esto no restó valía a lo que hicieron hasta ese momento, al revés, la multiplicó. Si es admirable lo que hicieron en un superhéroe, ¿cuánto más lo es en unas personas de carne y hueso? […]»