Un día cada día. Un trasplantado.

“Frenar no significa detenerse por completo, sino elegir con sabiduría y discernimiento dónde ponemos nuestra energía. Cuando tomamos el tiempo para mirar y valorar, encontramos la alegría en lo cotidiano: en una conversación, en un paseo, en la sonrisa de un ser querido, el olor del café.”