Miércoles de ceniza. Un trasplantado.

“La Cuaresma no es solo un tiempo litúrgico. Es un entrenamiento para lo que la vida, tarde o temprano, nos pedirá: aprender a perder sin perdernos, a dar desde la fragilidad y a creer cuando todo tiembla.”
“La Cuaresma no es solo un tiempo litúrgico. Es un entrenamiento para lo que la vida, tarde o temprano, nos pedirá: aprender a perder sin perdernos, a dar desde la fragilidad y a creer cuando todo tiembla.”