El ofrecimiento de obras. Un trasplantado.

“Y aunque no lo veas, Dios lo hace fecundo.
Tu dolor ofrecido puede ser consuelo.
Tu alegría ofrecida puede ser luz.
Tu día, vivido con amor, puede ser una semilla que florece donde menos imaginas.”
“Y aunque no lo veas, Dios lo hace fecundo.
Tu dolor ofrecido puede ser consuelo.
Tu alegría ofrecida puede ser luz.
Tu día, vivido con amor, puede ser una semilla que florece donde menos imaginas.”