Querida Carolina Marin,
En la vida no podemos controlar los inconvenientes que nos acaecen, pero si está en nuestra mano como reaccionar a ellos.
Hay golpes que te hielan, que imposible entender por qué, ¿otra vez la rodilla? ¿Otra vez en los jjoo? Otra vez.
El deporte de élite es llevar al extremo nuestro cuerpo y nuestra mente. A límites incluso no imaginados. Esa es tu historia deportiva como la mejor jugadora de bádminton de la historia y aún así has tenido golpes enormes en los momentos más inoportunos de tu carrera.
Gracias por levantarte, por ser ejemplo, por ser motivación. No se si es comparable, pero recuerdo el día que me dijeron que me iban a cortar las piernas. Se paralizó el mundo, se fue el sonido, se detuvo el tiempo. Imagino que algo parecido has sentido hoy.
Podías haberte sentado en la silla ensimismada por el dolor y preferiste pedir perdón por retirarte, por algo que no es responsabilidad tuya y a la vez era un puñal que te atravesaba. Gracias por ser tan grande y tan humilde, tan fuerte en la debilidad de la lesión y tan ejemplo de lo importante que es la disciplina, el esfuerzo y la búsqueda de la excelencia.
Cuenta con mis oraciones por tu recuperación anímica y física y gracias por ser como eres.
Con cariño,
Pablo Delgado de la Serna
@untrasplantado