Mis primeros pasos. Un trasplantado.

“He dado mis primeros pasos. (...) me hice consciente de la dificultad de la aventura que me espera por delante y las ganas que tengo de superar, una vez más, las vallas del camino y llegar a la meta victorioso.“ Mis primeros pasos. Vía @untrasplantado

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Hoy he caminado. Que bobada, si no fuera porque hace casi cuatro meses me cortaron una pierna. Han sido dias mágicos, de esperanza y miedo, alegría y tensión, pero sobre todo ilusión.

Yo soy muy de ornamentar todo, cada avance y cada revés, cada evento de uno o de los tres y me hubiera encantado estar el Equipo SAP entero, pero no pudo ser, Amelia tenía guardería y estábamos Sara y yo.

He soñado como sería el primer momento, los primeros pasos, lo he pensado despierto, hasta lo he revivido, pero luego esperaba la realidad.

Poniéndome la prótesis por primera vez.

Al ponerme la prótesis me temblaban las piernas, las dos, la de siempre y la nueva, las manos, se me aceleraba el corazón y dos lagrimones corrían con alborozo por mis mejillas. Os dejo un vídeo del momento en la última línea que recomiendo verlo entero, al final del mismo hay sorpresa. Yo aún no soy capaz de verlo entero sin emocionarme.

Donde antes notaba seguridad en el paso, ahora notaba riesgo; donde notaba que todo funcionaba espontáneamente, ahora tenia que hacer todo; donde antes era un movimiento voluntario aprendido y convertido en reflejo, ahora había que pensar el movimiento de cada músculo, hasta de los que no están; donde antes iba con seguridad, hoy iba con la torpeza e inseguridad de los primeros pasos de un niño, aún recuerdo ese momento de Amelia y su emoción; donde antes no notaba nada en la pierna, ahora Blas, el muñón, nota la presión, y dolor, del peso de mi cuerpo, del muñón inmaduro, de que aún queda mucho que sudar y dolor que aguantar; pero sobre todo, como una cámara a presión con una fuga, salía mucha más tensión acumulada de la que pensaba que llevaba dentro, mucho más peso y dolor emocional contenido del que creía que cargaba, mucha más emoción de la que pensé que tendría. Soy fuerte y optimista, pero a la vez con la debilidad humana característica y gracias a éste soltar presión, creo que he tomado consciencia de mi realidad. Me ha ayudado a tomar perspectiva real de donde estoy. Me hice más consciente de la dificultad de la aventura que me espera por delante, que es fácil que el camino sea más largo y duro de lo que imaginaba, pero también de las ganas intactas que tengo de superar, una vez más, las vallas del camino y llegar a la meta. victorioso.

Primeros pasos de Amelia.

Dificultad, con la que había soñado, gozado, hasta hablado de como sería y por fin: es. Un sueño hecho realidad, un día esperado y ahora llorado, de emoción incontrolable. Queda trabajo para todos. Podré experimentar en mi la paciencia de quien enseña cuando los míos me vean torpe, cansado, que incluso me caiga por hacerlo mal al estar aprendiendo. Ahora, dentro de esa incapacidad y esa dependencia, me haré mas consciente aún del regalo que son los que me quieren, los que me acompañan en este camino, los que hacen que cada día sea un regalo de encuentro y realización. La felicidad no siempre esta en el destino, sino muchas veces en el camino y en este caso, de forma maravillosa, se juntan ambas en el día de hoy.

Primer paseo con prótesis.

Blas, el muñón, sin trabajo directo, le toca mucho que aguantar. Es un dolor intenso al apoyar en el encaje. Lo bueno, que la adaptación física del cuerpo es impresionante y antes de que pueda quejarme, seguro que ya está preparado, como buen veterano, a la nueva aventura y al próximo reto.

Cuando a un ciclista se le pincha la bicicleta en carrera, necesita del trabajo sincronizado del equipo para llevarle otra bicicleta, y si es el líder del equipo, que le esperen varios compañeros para volver a reintegrarle en el pelotón, donde están todos y no quedarse atrás. Es un movimiento muy ensayado e integrado en lo más profundo del equipo. El año pasado pinché una rueda, otra más, y como una maquinaría perfecta se puso en marcha la parte del equipo especialista, rápidamente los médicos dieron con el problema e hicieron todo lo posible por repararlo, al no ser posible, decidieron amputar, cambiar de bicicleta. A la vez, la parte del equipo de “trabajo”, se activó aún más, en todo momento estuve arropado por los compañeros de casa, los de más confianza, como guardia pretoriana (Equipo SAP y familia y amigos más cercanos), fueron uniéndose otros muchos, unos conocidos, otros menos y algunos nada, pero todos, los unos y los otros, me ayudaron mucho. Todos, cada uno a vuestra manera, estaréis presentes en cada paso que de.

Primer contacto de Amelia con la prótesis, ¿que pensaría?

Mención especial a esta ayuda, se ha volcado mucha gente y seria imposible señalar a todos, pero recalco a dos grupos.

Uno de amigos y cazadores que se han volcado en la sombra, con un cariño impagable y que entre sus conquistas cinegéticas de este año, como si fueran un trofeo de oro, estarán siempre en mi corazón y memoria. Gracias.

Y el otro, no puedo olvidar a los de mi curso del cole, además de por ser un día tan especial, por ser un regalo. El día antes de operarme, cuando acabé el post en el que decía que me operaban, se me vino al corazón la necesidad de poner el Himno del Recuerdo, me hervía en el alma especialmente la estrofa: “bajo tu manto sagrado, mi madre aquí me dejo; Señora, ya eres mi madre, no me abandone tu amor”, aunque todas tomaron mas sentido que nunca. Gracias Madre, por mandarme a una legión de compañeros del cole que me han llevado en alzas, “la legion de Loyola con fiel corazon”, como a ti te llevamos hoy, 31 de mayo, todos, en vivo o en el corazón. Lloramos emocionados cantando tu himno, reviviendo tu amor y nuestros recuerdos, repasando las horas bajo tu cobijo y recordarte desfilando por el patio de séptimo y octavo 31 de mayo, tras 31 de mayo, con ilusión y devoción creciente cada año. Gracias madre por tanto amor. Gracias compañeros por este regalo. A los de la b y a los de las otras clases, que no siendo la mía, también os habéis entregado y rezado, me habéis facilitado mucho el camino.

Por ser 31 de mayo, día de la Virgen del Recuerdo, día grande del cole, os vuelvo a poner el himno. Espero que os emocione y ayude cada estrofa, como a mi me lo hace, sobre todo el ultimo año. Se que algunos no seréis capaces de leerlo sin cantar.

Madre del Santo Recuerdo que nunca podré olvidar.
Virgen que, como un lucero, me alumbras desde ese altar.
Bajo tu manto sagrado mi madre aquí me dejó.
Señora, ya eres mi Madre: No me abandone tu amor. (2)

Hoy soy tu hijo, hoy yo te adoro,
hoy te prometo perenne Fe
pero mañana, dentro de un año,
dentro de veinte. ¡Ay! ¿Te querré?

Estrella salvadora es, Madre, tu semblante.
Mísero navegante, naufragaré sin Ti.
Cuando la mar del mundo con zozobrante quilla
surcare mi barquilla, acuérdate de mí. (3) 

Aunque avance rugiendo la tormenta
y en mi mástil ya gime el huracán,
feliz con tu recuerdo soberano
desafío a las olas de la mar.

Me arrollarán, quizás, entre su espuma.
Mas negar que me amaste y que te amé,
negar que fui tu hijo y que en tus brazos
se pasó como un sueño mi niñez,
eso nunca lo haré, Madre querida.
Eso nunca, nunca lo haré.
Eso nunca lo haré, Madre querida.
Eso nunca, nunca lo haré.

Ver el vídeo de mis primeros pasos, recomiendo verlo con audio y hasta el final, aunque ha quedado un po largo hay una sorpresa el último minutoZ.

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