«[…] Así que como veis, a las dos preguntas del millón, no tengo la respuesta deseada. Ni estoy en lista de espera, ni creo que sea corto mi periplo por diálisis. Pero si tengo claro que tengo mucha paciencia y fuerza hasta que llegue el día. […]»
Muchos me preguntáis que si ya estoy en lista de espera, que cuanto se supone que tarda en llegar un trasplante, etc. Que difíciles preguntas y como me gustaría tener respuesta.
Un trasplante es una operación tan importante que se debe intentar que salga todo bien, por lo que se tiene muy en cuenta hasta el último detalle. Una persona da altruistamente un órgano y eso es sagrado. No se puede desaprovechar. Se cuida todo, empezando por la compatibilidad inmunológica, de sangre e incluso se valora que la zona donde se va a colocar el órgano sea la apropiada, es decir, que el sitio donde van a poner el nuevo riñón este en buenas condiciones.
Como hemos hablado en otro post, el injerto se pone en la fosa iliaca (encima de la ingle) y se conecta la arteria del riñón a nuestra arteria iliaca (rama externa o común) y el uréter al uréter. Ahí empieza uno de mis problemas. En la arteria iliaca derecha ya me han conectado un riñón en cada rama y en una de ellas continua Taurino. Y en el lado izquierdo la común no está utilizada y la externa, al quitar el segundo trasplante hubo un problema y quedó en muy mal estado y me tuvieron que poner una prótesis.
¿Esto que implica? que si ponen el 4º trasplante en el lado derecho, tendrían que operarme antes para quitar a Taurino; si lo hacen en el izquierdo, tendrían o que operar para arreglar la arteria o hacerlo en la parte aún no utilizada, en la rama común. Pero esta opción, conlleva un riesgo de que si hay alguna lesión pueda quedar comprometida parte de la movilidad de la pierna izquierda, unido a que ya tengo la lesión que os comentaba antes. Una claudicación intermitente o “enfermedad de los escaparates”, en la que al llegar menos sangre duele al usarla y hay que pararse a descansar.
Así que tienen que deliberar y decidir en sesión conjunta los urólogos, nefrólogos y los vasculares donde poner el nuevo trasplante. Lo normal sería que me tuvieran que operar para retirar a Taurino o para preparar el campo en la arteria iliaca izquierda. Otra aventura más.
Por esto aún no estoy en lista de espera.
Respecto a la diálisis, es imposible calcular el tiempo. Pero siendo un cuarto trasplante, con los problemas de incompatibilidad inmunológica que conlleva, es complicado. El cuerpo crea anticuerpos para los tipos inmunológicos que ha tenido dentro. Es decir, cada vez la probabilidad de encontrar un órgano compatible es menor. Así que imagino que será largo. Es más, yo me he mentalizado a que mínimo me esperan cinco años de este camino.
Así que como veis, a las dos preguntas del millón, no tengo la respuesta deseada. Ni estoy en lista de espera, ni creo que sea corto mi periplo por diálisis. Pero si tengo claro que tengo mucha paciencia y fuerza hasta que llegue el día.
Los tiempos de la vida, no siempre van a la velocidad de nuestros anhelos e ilusiones. De lo que soñamos o creemos. Tienen sus tiempos y así está bien, así debe ser y así debo aceptarlo. Con resignación, pero con fe y mucha esperanza. Con mucha fuerza y ánimo.
Y sobre todo tengo mucho apoyo de tanta gente, cercana o lejana, conocida y desconocida, por escrito o en persona, etc. que no os hacéis una idea de como os lo agradezco. Me lleváis en volandas. Me lo ponéis fácil. Me hacéis ser consciente de que a pesar de todo…
¡soy un tipo con suerte!
¡Gracias!