5 años en diálisis. De la desgracia a la alegría. Un trasplantado.

“Este día me demostró que a veces las mayores desgracias traen consigo enormes alegrías. Que muchas veces las lágrimas desgarradas de dolor, son sin saberlo, preludio de lágrimas desconsoladas de alegría.”

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Hoy es 26 de septiembre de 2024. Hace 5 años, tras un año premonitorio, perdía el tercer trasplante y volvía a diálisis. Día muy duro emocionalmente y deseado físicamente por mi mal estado.

Esperando para una cirugía en septiembre de 2024

Lo que no esperaba es la cornada que como “avispado”, que este mismo día en 1984 mataba a paquirrri en pozoblanco. Cornada en forma de noticia y toro el médico con su noticia: nunca más vas a poder entrar en lista de espera por el estado de tus vasos (arterias y venas).

Viendo los pulsos de la pierna.

Con estas palabras hablaba paquirri al doctor al entrar en enfermería “Doctor, yo quiero hablar con usted o no me voy a quedar tranquilo. La cornada es fuerte. Tiene al menos dos trayectorias, una para arriba y otra para abajo. Abra todo lo que tenga que abrir, lo demás está en sus manos. Y tranquilo, doctor”. No muy distintas se las decía yo al Padre. Le contaba mis problemas y cornadas de la vida y se lo dejaba en Su mano.

Como un torero recién corneado.

Y así, años después el 2/2/2021 acaeció la mayor desgracia emocional, psicológica y física de mi vida la amputación de una pierna y la duda de la otra. Y como si fuera un ángel, el doctor Isaac Martínez, me hizo un bypass para mantenerla o salvarla según el optimismo. 

Comprobando pulsos distales.

Ese bypass es un tubo pequeño que permite la inserción de vasos y después de mucho marear a muchos doctores un 26 de septiembre de 2023, 4 años después de volver a diálisis y de aquella noticia del doctor, entraba en lista de espera.

Haciendo hemodiálisis en casa.

Este día me demostró que a veces las mayores desgracias traen consigo enormes alegrías. Que muchas veces las lágrimas desgarradas de dolor, son sin saberlo, preludio de lágrimas desconsoladas de alegría. Que una vez más se nos escapa la foto entera, pero al ver parte de ella vemos que el resultado es genial.  Que el Doctor Dios tiene todo en Su mano. 

Un quirófano preparado para entrar. Creo que me pillaron haciendo la foto.

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“Este día me demostró que a veces las mayores desgracias traen consigo enormes alegrías. Que muchas veces las lágrimas desgarradas de dolor, son sin saberlo, preludio de lágrimas desconsoladas de alegría.”

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