Hoy necesitaba esta sonrisa.Está siendo un día muy duro en lo físico por cómo me ha dejado la diálisis y se van uniendo días difíciles en el zurrón. Gracias a Dios el ánimo no decae, hay días que se tambalea, es normal, y otros que está más fuerte.
Las cosas no van a peor, pero tampoco claramente a mejor, el dolor no siempre da tregua y después de más de un mes ingresado y casi todo el rato en reposo, hace que haya ratos demoledores físicamente.
Pero está cara, saber que tengo dos personas que se alegran de mis éxitos, grandes o pequeños, más que yo, si cabe, es un regalo del cielo. Como lo son ellas, en toda la exigencia de la vida de enfermedad y sufrimiento no había mejor regalo que me pudiera dar Dios que Sara y Amelia, mi equipo SAP. Os alegráis más que ellas dos, pero es un homenaje a ellas.
Hoy necesitaba fuerza y esta alegría de Amelia y la de Sara cuando lo vimos juntos ha llenado las reservas más de lo que cabe para seguir luchando a brazo partido y hasta la victoria y alta de este ingreso.