Ejercicio físico e inmunodepresores. Un trasplantado.

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Los inmunodepresores, son un tipo de fármaco, utilizado en personas trasplantadas, para disminuir el riesgo de rechazo del injerto. Es un tratamiento farmacológico, que debe ser tomado mientras dure el trasplante, con unas pautas muy rígidas de ingesta. Normalmente cada doce horas y con una hora de ayunas previa y posterior a la toma del medicamento.

La ingesta prolongada de estos medicamentos, puede tener efectos secundarios, entre ellos, que algunos son nefrotoxícos, es decir, que pueden dañar al injerto.

Entre los efectos secundarios relacionados con la toma de estas medicinas en paciente inmunodeprimido, destacaría:

– Disminución de la masa muscular, la estructura muscular y el metabolismo muscular.
– Desarrollo de dismetabolismo (pérdida o alteración del metabolismo normal).
– Mayor riesgo de sufrir sarcopenia (es la pérdida degenerativa de masa muscular).
– A lo que se puede añadir reposo prolongado de muchos pacientes, por la cirugía y la postcirugía.

Para paliar todos estos posibles efectos adversos, la evidencia científica, es clara respecto al ejercicio físico y su relación con pacientes que toman inmunodepresores. Es un claro protector y puede contrarrestar factores que están directamente relacionados con un mayor riesgo de morbilidad, la mortalidad y la hospitalización.

El ejercicio es fundamental. En trasplantados para el injerto; en diálisis para mantener la mejor forma física y que sea lo menos dura posible y a la vez llegar mejor físicamente al día del trasplante; en ingresados para no perder mucha masa muscular por la inactividad; siempre por las bondades que tiene de cara al funcionamiento general del organismo, mejora el estado de ánimo y ayuda a disminuir la ansiedad. En definitiva, que todos sabemos que es fundamental aunque nos pongamos excusas.

No es fácil adoptar una rutina de ejercicio, pero es de los mejores regalos que podemos dar a nuestro trasplante y a nuestro cuerpo. Es preferible olvidarse de perezas, del posible dolor crónico y de cualquier excusa por fuerte que sea y lanzarnos a hacer ejercicio todos los días. El premio será mayor cuanto más nos cueste y nos ayudará a superar mejor cada día, vencer dificultades diarias y mejorar nuestra autoestima y fuerza en lo físico y personal. Sólo en el caso de que un especialista nos diga que no lo hagamos debemos evitarlo.

¡A por ello!

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