Como cada primer miércoles de junio, hoy celebramos el #DíaNacionaldelDonante y llega uno de los momentos más bonitos del año. Agradecer a los donantes el gesto que hicieron en su día.
Y es que si me preguntaran, ¿Cuál es el gesto más bonito que han hecho por tí? diría que donarme tres riñones, sin duda. Mi padres me dieron la vida y un amor infinito, Sara me alegra y fortalece cada día de esa vida y Amelia da sentido a todo y junto con mis amigos, nunca podré agradecerles todo lo que son para mi. Pero si he sido afortunado por algo en la vida, si algo supera el amor y a veces lo entendible, es haber recibido la obra de amor más espectacular que puede haber, que te donen un órgano.
Y no sólo una vez, tres veces. Y es que los donantes, al donar un órgano, nos devuelven la vida sin conocernos, en uno de los momentos más difíciles de sus vidas, la pérdida de un familiar, para convertirlo, en uno de los más felices de la mía. ¿Se puede ser más generoso y altruista que ellos y más afortunado que yo? Sin duda no. Me han regalado, de momento, 22 maravillosos años de vida. Gracias, gracias y gracias.
Es dificil explicar con palabras lo que se siente, se mezclan muchos sentimientos encontrados, todos me emocionan y dejan sin habla y me nublan la mente para seguir escribiendo. Me encantaria poder explicar mejor los sentimientos tan especiales.
Ojalá sigamos siendo el país ejemplar en trasplantes y nos sigan regalando vida de una forma tan generosa y genial. Nunca seré capaz de agradecerlo suficiente, ya que todo lo que diga es poco. Así que mi más sincero agradecimiento eterno. Es el mejor legado que se puede dejar.