Otra oportunidad. Un trasplantado.

Comparte este artículo

Dos y dos son cuatro; cuatro y dos son seis; seis y dos son ocho; y ocho dieciséis.

Y así es la vida, y así son sus oportunidades. Más de las que pensamos. A veces las vemos, otras no. Unas las aprovechamos, otras las dejamos pasar.

El martes me hicieron una operación importante para intentar aumentar el tiempo antes de amputarme una pierna.

Recién salido de quirófano.

La cirugía se complicó y hubo que abrir más de lo que pensaban y entrar por varios puntos. No fue lo exitosa que se esperaba. Pero hay que darle un tiempo para ver si ha ayudado o no. Dentro de lo malo, han visto nuevas vías. Queda la opción de hacer un bypass arteriovenoso (convertir una vena en arteria) con poco éxito esperado, pero hay que intentar todo. Aquí aparece la oportunidad dentro de la faena. Lo importante, sigo con la pierna, que es un gran éxito, ya que cada día con ella hay opción de que salga una técnica que lo solucione.

Y sobre todo, la clave es que dentro de la desgracia que es este nuevo capítulo de mi vida, me ha confirmado que soy un tipo con mucha suerte.

Se que ha habido cadenas de oración, que nunca podré agradecer suficiente. Personas que han rezado por su cuenta y a las que tampoco sabré agradecer suficiente. Y otros muchos que sin rezar, me han mandado tanto cariño y fuerza, que entre unos y otros, otros y unos, me habéis puesto fácil pasar este trance.

No os voy a negar que el lunes y martes fue un día de angustia hasta que me vi en quirófano. Incluso dentro, ya que al tener anestesia epidural y ser fisioterapeuta y profesor de anatomía, entendía todo lo que decían y sabía que las cosas no iban por el camino esperado.

Pero a cambio de ese palo, tengo mi pierna una temporada, no se cuento, pero podremos pasear el equipo SAP, con mi familia, con amigos. A la vez cómo os decía, me he dado cuenta, de que tengo el mayor tesoro del mundo, el amor y cariño de muchísima gente. No se si merezco tanto, pero os lo agradezco aún así.

Y como siempre hay que mirar al futuro con optimismo, con alegría y sobre todo con sueños, ya estoy creando los míos. Con una o dos piernas. La fuerza de la persona no está ahí, está en el amor que da y recibe y estos días en ese capítulo me habéis llevado en volandas.

Y más después de haberme dado la vida tantas oportunidades que pierdo la cuenta. La operación antes del año y a los veinticuatro que salí adelante de una muerte segura, los tres trasplantes, la diálisis que me salva, el salir de esta con dos piernas, etc. Pero al final, aunque suene reiterativo e irónico, si doy gracias a Dios por algo es por mi enfermedad, ya que está me ha enseñado a valorar las cosas pequeñas de la vida, que son las que nos hacen grandes, las que nos hacen crecer. Y curiosamente, no son cosas materiales, normalmente son personas excelsas y de esas ando sobrado a mi alrededor.

Sólo me queda una vez más, lleno de dicha y emoción, daros las gracias por ayudarme a pasar estos tragos, por caminar a mi lado y hacer menos pesada mi carga y por hacer que cada día al recibir vuestros mensajes, me reafirme en lo afortunado que soy y en la maravilla que es la vida y vivir. Eso me lanza a exprimir cada segundo para sacar tanto jugo a cada día como sea posible, a no desperdiciar ningún minuto de la vida.

Gracias de todo corazón por tanto apoyo, tanto cariño, Tanta preocupación y tanta fuerza que me habéis dado. Mi vida no es una carrera de 100m, ni de 10000, es una carrera de salto de vallas. Y gracias a vuestra empuje, voy pasando todas ellas.

¡Gracias!

Suscribete a nuestro boletín

para que no te pierdas nada de untrasplantado.com

Más para ver

Experiencias

Reflexión sobre la enfermedad y la muerte. Un Trasplantado.

«La muerte no es el final, sino las puertas del cielo. No cerremos los ojos a esos sucesos inevitables con nos han llegado o llegarán y preparémonos para ser grandes en amor para el examen final y para llegar como héroes a ese trance final inevitable. «

Experiencias

Día mundial de la salud. Un trasplantado.

““en la salud está la felicidad”. ¿Será verdad esto? Yo diría que no. Nunca he estado sano y, salvo momentos puntuales de mi vida, he sido siempre muy feliz.”

Mi primer libro, “Diario de un trasplantado”.

En el cuento algunas de las cosas que a mí, como enfermo crónico y como sanitario, me ayudan a llevar mi enfermedad y sus consecuencias y a la vez intentar alcanzar la felicidad. Ya podéis comprarlo en el siguiente enlace: