Este curso, lleno de incertidumbres y posiblemente miedos, corremos el riesgo de quedarnos en vía muerta, atenazados por el que pasará.
Intentemos hacer de la necesidad virtud y buscar una vía alternativa, un viaje apasionante y nuevo que nos descubra nuevos destinos, que nos enseñe nuevas miradas, que nos ofrezca nuevas perspectivas. En definitiva, que nos haga crecer. Con sus vértigos y caídas, incluso hasta perdernos por el camino, para volver a encontrarnos más sabios y más experimentados para el nuevo camino.
Tenemos mucha tendencia a quedarnos en lo malo, a temer salir de la zona de confort, donde se está muy bien, donde la vida exige poco. Pero, ¿aporta lo suficiente?
Hagamos magia, demos un cambio de ritmo a nuestra vida y busquemos cada día un motivo para aprender, emprender y con creatividad llegar más lejos. Que la adversidad sea un aliciente y no un lastre.
Tengamos fe y esperanza
¿Quién sube a este tren? ¡Pasajeros al tren!