Querido 2022, miro para atrás y te despido con una reflexión y peticiones para el 2023. Hace años que dejé de ponerme grandes retos parecidos a lastres, para pasar a analizar qué quiero o qué necesito. Eso me hace mucho más libre y mucho más feliz.
La primera petición, es de algo malo y así después, sólo hablo de lo bueno. Es que cambie la sociedad en la que vivimos. Que dejemos el debate sobre si llamar minusválido, discapacitado o lo que fuere a las personas que lo sufren y de verdad los integremos. Llevo con una minusvalía toda mi vida, pero desde 2021 con una que se ve y es más difícil de lo que parece. Que no tengamos que discutir todos los días con alguien que aparca sin deber en las plazas de minusválidos, que ninguna persona en silla de ruedas tenga que limpiarse las manos de la caca de un perro que alguien dejó sin recoger y que ha pisado la rueda, que ningún ciego se tropiece con un patinete, bici o cubo de basura en mitad de la acera, que ninguna persona con un problema físico se sienta juzgado o incluso cohibido por su problema y ojalá nunca ninguno volvamos a escuchar que nos deberíamos tapar el muñón o el catéter o lo que tenga cada uno. Que si vamos a una piscina, nadie nos ponga cara de asco al verlo. Puede no gustar, pero es nuestro cuerpo y no es lo que deseábamos. Y como esto mil ejemplos.
Y en el otro lado, el positivo, gracias a Nike, Adidas y Vans por poner modelos amputados en el Corte Inglés, gracias también a ellos, para dar visibilidad a este problema. Gracias al Wizink Center, el aeropuerto de Barajas y todos los que tengan acceso P.M.R. (personas con movilidad reducida) nos facilita mucho la vida.
Pido una tregua de salud. Este año empezaba con una operación de un tumor, con su angustia y su miedo. Gracias a Dios, tornó en alegría al quedar en nada. Luego, fue empeorando la pierna izquierda hasta el punto de darla por perdida, es más, el 18 de julio le pedí al vascular que me la cortara. No podía más de dolor, de pruebas, etc.
El me dijo: “no voy a cortar las dos piernas a alguien de mi edad” y buscando soluciones, después de descartarlo en julio, en noviembre me hicieron un bypass aortofemoral, que hizo que la palabra amputación saliera de nuestro vocabulario. Por fin, como decía Sara, salíamos a ganar. La cirugía fue un éxito, pero es en dos pasos. La segunda era en función de la evolución. Al tener una herida ulcerada, requiere de otro bypass en el tobillo, así ya se la cirugía del 2023. A este año le pido una tregua, que no tengamos más sobresaltos y si es posible, que me puedan trasplantar y tener una tregua de muchos años.
Este año he podido curar a mucha gente en mi consulta. Conocerlos, hablar, empatizar, he podido ser feliz con cada paciente que entraba en mi consulta. Gracias por ello y pido mucho más para el año que viene. He tenido casi todas las semanas una conferencia. He podido acercar mi testimonio tanto a directivos de grandes empresas, como a jóvenes de parroquias, universidades y colegios. Un regalo poder acercar a los demás el regalo que es la vida venga como venga y lo afortunados que somos. Y el regalo por excelencia, poder dar un testimonio de vida, ni más, ni menos, que en la cárcel de Segovia. Y por entrañable, dar el pregón de las fiestas del pueblo que me vio crecer. He podido dar clase y espero que enseñar a muchos alumnos. Enseñar las materias y espero algo de la vida. Siempre sueño con estar cada día más lejos de ser profesor y acercarme mas a esos grandes maestros que eran referentes para sus alumnos. Gracias queridos alumnos por tanto cariño; gracias ufv por la paciencia que tenéis conmigo. Y como acto jamás soñado, he salido en la película “Madre+Ven”.
Qué decir de vosotros, mis seguidores, que me leéis, me veis, que compráis el libro, pero sobre todo mandáis cientos de mensajes semanales impresionantes. Con un cariño, unos buenos deseos y una cantidad de oraciones, que no sois conscientes de la fuerza que me dais. Algunos usáis hipérboles para definirme y llegáis casi a la locura cuando me decís que soy un santo. ¡Anda que no me queda! Por favor, seguid así el año que viene. Ojalá seamos muchos más cada vez y podamos ayudar a muchas más personas. Es un regalo caminar por la vida juntos en las redes sociales.
Y cómo no, el Equipo SAP, que decir de ellas, mis chicas. Que decir del cariño, la predisposición y la entrega con alegría de Sara. Cuanto tengo que agradecer a Dios este regalo que me puso en el camino. De ese regalo, vino un tesoro, Amelia, cuánto aprendo de ella, de Fe, como cuando me dijo que los padres no lloran, miran al cielo y rezan, de ser alegres y felices. Que decir de su cariño cuando alguna vez se ha quedado a mi lado en diálisis para cuidarme. Todo en ella es un tesoro del que aprendo cada día. Mis padres, unos superhombres aguantando un chaparrón que parece que no cesa, en forma de enfermedad de un hijo. Ojalá no viva eso nunca. Y demás familia y amigos, gracias por estar ahí, por ser tan especiales y por ayudarnos tanto.
Y gracias a Dios por todo esto que he contado y a la Virgen por su abrazo maternal que me sostiene. Que está vivo es un regalo y sólo puedo dar gracias y disfrutar al máximo cada segundo. Y encima este año, acabé, el 4º domingo de Adviento, pasando a formar parte de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús. Esto me recordó a las hermanas carmelitas del Cerro de los Angeles. A las que tanto rezo y agradezco sus oraciones.ny donde siempre acudo antes de una cirugía.
En definitiva, gracias a este año que nos ha enseñado mucho con lo malo, nos ha hecho crecer con las adversidades y nos ha hecho mirar hacia delante con los nuestros. Y ha tenido infinitas cosas buenas. ¡Gracias!
Sin duda alguna, sólo puedo decir ¡soy un tipo con suerte! En el Equipo SAP, ¡somos unos tipos con suerte!