Y volví a andar

«Volver a andar no fue solo una cuestión física. Fue volver a creer. Volver a confiar. Volver a levantarme desde un lugar muy hondo en el que estuve. Y hacerlo acompañado.»
¡Feliz Pascua de Resurrección! Un trasplantado.

“Hoy no solo recordamos que Cristo resucitó.
Hoy nos atrevemos a resucitar con Él.
A renacer en medio del cansancio.
A seguir amando aunque duela.
A mirar al cielo sin olvidar la tierra.”
La muerte me ayudó a vivir. Un trasplantado.

“»Y sobre todo, me ha regalado algo que no cambiaría por nada: la conciencia de lo frágil que es todo, y de lo inmenso que es cada momento con quienes amo. No hay dolor que me haya dolido tanto como la posibilidad de no ver crecer a Amelia. No hay oración más sincera que las que salen de mis labios cuando veo a Sara dormida y me inunda el amor por ella. Ellas me recuerdan cada día que sigo aquí. Que respiro. Que puedo seguir dando lo mejor de mí, aunque a veces no me quede mucho más que mi entrega.»
Domingo de Ramos: entre los ramos y la Cruz. Un trasplantado.

“Así que si hoy vienes con fe, con dudas, con cansancio o con rabia… bienvenido. Jesús no espera perfección. Solo espera que no cierres la puerta.”
¿Estando bien? no. Un trasplantado.

«Hacer las paces con mi realidad, aceptarme con mis cicatrices, mis errores y virtudes, mi 81% de minusvalía, es lo que me ha dado la libertad, no para sobrevivir, sino para vivir. Ha sido el viaje más difícil e importante de mi vida.»
Día del Enfermo: La Cruz que Transforma. Un trasplantado.

“Pero en esta fragilidad, en esta cruz, Dios hace algo increíble: nos transforma. Nos enseña que no somos menos por sufrir, sino más por seguir amando a pesar de ello.”
4 años amputado. Un trasplantado.

«Dios me regaló un camino difícil, sí, pero no me dejó recorrerlo solo. Me enseñó a abrazar mi cruz, a mirarme con amor, a aceptarme con mis cicatrices y a descubrir que la vida sigue siendo maravillosa.»
Por fin a casa. Un trasplantado.

“ He tenido dos buenos cirineos a mi lado llevándola. A un lado vuestras oraciones y cariño y de otro el Señor haciendo el yugo llevadero al compartir la collera y así hacer la carga ligera. Por eso paso de la nada al todo gracias a estas renuncias.”
Ser feliz hoy, aquí y ahora. Un trasplantado.

“Como digo y me reitero muchas veces, la vida no es como viene, es como la aceptamos. Y gracias a Dios, Sara, Amelia y yo, y lo digo en ese orden adrede, nos hemos convertido en expertos en supervivencia agradecida y feliz.”
Toca seguir remado. Un trasplantado.

“Cada semana he tenido un día duro y hoy es el de esta. Es demoledor, pero es sano. Se necesita achicar agua cada cierto tiempo para no hundirse uno en el mar de la depresión. Eso sí, mañana como el ave fénix amanece renovado y fuerte.”